domingo, 27 de abril de 2008




La histamina es el blanco de acción de los antihistamínicos, se trata de una molécula hidrofílica constituida por un anillo imidazólico con un grupo amino y grupos metilo. Es producida por mastocitos y basófilos, queratinocitos, células epiteliales de la mucosa gástrica y neuronas.La acción de la histamina se ejerce a través de su unión a receptores H1 mediadores de la respuesta inflamatoria e inmunológica y en el sistema nervioso central son posinápticos. Asimismo actúa sobre los receptores H2 que interviene en el proceso de digestión gástrica y también se encuentran en el SNC a nivel posináptico. Se han descrito, también, receptores H3 presinápticos y otros H4 de localización no conocida.
Receptores H1Específicamente la unión de la histamina a los receptores H1 produce relajación del músculo liso vascular con aumento de la permeabilidad de los vasos. Interviene también en las reacciones de anafilaxia y la respuesta inflamatoria alérgica. A nivel de piel su acción se manifiesta por dolor y prurito. Produce sedación por su acción sobre el SNC o, en altas dosis, un efecto estimulante. Otros efectos son el retardo en la conducción A-V y la contracción del músculo liso bronquial.
AntagonismoLa posibilidad de antagonizar los efectos de la histamina surge de la intervención en los procesos de síntesis y secreción de la histamina ó bloqueo de los receptores.En cuanto a la primera opción no se han desarrollado aún fármacos con capacidad de interferir la producción de la histamina. En cambio sí es posible interrumpir la secreción con drogas como el ketotifeno y el cromoglicato sódico. El bloque del receptor es posible a partir del desarrollo de antagonistas competitivos anti H1 los cuales se clasifican en 1º generación, clásicos o tradicionales y, de 2º generación o nuevos antihistamínicos.
Nuevos antihistamínicos ó de 2º generación:
La terfenadina y el astemizol son metabolizados por el sistema enzimático de la citocromo P-34A lo cual implica una interacción con el jugo de pomelo, ketoconazol, eritromicina y cimetidina y un incremento en la concentración plasmática del fármaco con el consecuente bloqueo de los canales del calcio y riesgo de arritmias por prolongación del QTC. El reporte de algunos casos severos y hasta mortales de arritmia cardíaca les valió que en 1997 fueran retirados del mercado estadounidense por la FDA; en 2003 el ANMAT hizo lo propio en Argentina.
Características clínico-terapéuticas:
La eficacia de los antihistamínicos de segunda generación resulta comparable a la de los clásicos. Tiene la ventaja de un rápido inicio de acción, entre los 30 minutos y tres horas con una duración de acción prolongada hasta 24 horas. La posología es cómoda ya que la dosis total se incorpora en una única toma diaria.En cuanto a la acción es altamente selectiva para los receptores H1 periféricos. Además al atravesar en escasa cantidad la barrera hematoencefálica los efectos sedativos son casi nulos.La dosis letal es elevada lo cual le proporciona un buen perfil de seguridad.
Los efectos secundarios son escasos y las interacciones de menor importancia a excepción de la terfenadina y el astemizol que ya no se encuentran en el mercado. El embarazo es, por el momento, una contraindicación, ya que no se han realizado estudios que documenten su seguridad para la madre y el feto.
Indicaciones:
Urticaria aguda, Angioedema, Prevención de urticaria por medios de contraste, Urticaria crónica idiopática, Urticarias por desencadenantes físicos (frío, calor, dermografismo, presión), Urticaria colinérgica, Prurito,Dermatosis pruriginosas.
Efectos antialérgicos y antiinflamatorios:
Los anti-H1 reducen la liberación de mediadores pro inflamatorios en los mastocitos y los basófilos. Además, inhiben la liberación o generación de interleucinas IL-4, 6, 8, 13; PGD2, leucotrienos, C4, y TNF alfa. También disminuyen la actividad quimiotáctica y la migración de células inflamatorias como eosinófilos y, la expresión de moléculas de adhesión inducidas por estímulos inmunológicos y no inmunológicos.Los anti H1 tiene habilidad para influir la actividad de genes responsables de la expresión y síntesis de mediadores pro inflamatorios.
Conclusión:Los antihistamínicos nuevos son mejores que los antihistamínicos clásicos en especial en lo concerniente al perfil farmacocinético

miércoles, 23 de abril de 2008